Probablemente sería un post, más propio para un abogado o un jurista, pero hoy me ha llegado una noticia que me ha hecho recordar viejas confrontaciones en la red. “La Audiencia da la razón a Lastminute en su lucha contra los ataques de Ryanair”  “Es cierto que Ryanair puede decidir cómo quiere comercializar los pasajes para sus vuelos: si hacerlo directamente o bien acudir a intermediarios. Ahora bien, cuando ha decidido hacer públicas sus ofertas de vuelos a través de Internet, no puede impedir que esa información que pone en el mercado a disposición de todos los usuarios sea aprovechada por otros empresarios como una oportunidad de negocio”. Según la sentencia, “lo que no puede impedir Ryanair es que la información que ha puesto en el mercado sea legítimamente utilizada por otros empresarios para hacer su propio negocio y esto es lo que ha pretendido hacer con los actos desleales que se le están imputando”.

Hace unos años ya, la confrontación estaba servida de la mano de Tripadvisor, resultaba que la empresa se servía de los comentarios de los clientes para crear una comunidad turística donde se vertían opiniones sobre los diversos establecimientos hoteleros, y no solo eso, se valían de  la imagen de marca de algunos Hoteles que ni siquiera habían prestado consentimiento para formar parte de Tripadvisor, solo por el mero hecho de que un cliente hubiera contratado con algunos de los establecimientos y  decidido contarlo.  Yo, como viajero empedernido, y en eso el perfil del consumidor no difiere demasiado. Es más fácil que en caliente y ante una reclamacón no atendida pueda usar estos foros para quejarme, que si por el contrario me siento bien tratado y decido no pronunciarme. (Sí, ya se que en Tripadvisor hay comentarios de diversa índole, pero resulta obvio que hacen más daño los negativos, está claro)

Pero todavía llegaron más lejos, ya que usaban para sus campañas de adwords los nombre de establecimientos que ni siquiera se habían dado de alta en el portal.

Cómo dije al principio, no soy legalista, ni jurista, ni abogado, y por ello dejo el post abierto.Por un lado está la libertad de expresión de cualquier individuo para comentar lo que quiera,bien sea positivo o negativo, sobre un servicio o un producto, prestado o adquirido…pero la pregunta es si una empresa puede recoger, utilizar, vender publicidad y enriquecerse gracias a dichos comentarios.  Si atendemos a la sentencia anteriormente comentada, parece que si que se puede.

En la actualidad, sin entrar en  estadísticas, constituyen una gran mayoría los establecimientos turísticos que tiran de agencias on-line para comercializar sus productos y me atrevo aseverar que son pocos los que se plantean no tener presencia en dichos portales, por que sería como borrarse del gran escaparate, a pesar de las altas comisiones por venta que se cobran, y más cosas que no cuento por no herir sensibilidadaes…pero qué hay del derecho a no aparecer en ellos, y a qué no se utilice su marca si no lo desean,  y si Ryanair desea que sólo se comercialicen billetes a través de su web site …

Hará cosa de un més, creo recordar que se creó en la comisión europea una ley al derecho al olvido al Internet, pero eso ya es otro post …