La consultoría puede ayudarle a definir su modelo de negocio, ¿Pero qué es esto del “modelo”? ¿Para qué necesito un modelo si tengo una idea estupenda?, ¿Para que necesito una consultora? Antes de respoder a estas preguntas , creo que sería necesario aclarar algunos conceptos.

Frecuentemente, acuden a nuestra oficina personas físicas o jurídicas ávidas de asesoramiento y consultoría, con ideas buenas, malas y regulares. Y más aún, un situación muy recurrente que se repite durante mi tiempo libre es que amigos y conocidos me hagan consultas sobre ideas que han tenido y quieren saber mi opinión. Normalmente comienzan con la frase ” pero no se lo vayas a decir a nadie.., eh” o ” no me lo vayas a copiar…” y pienso yo, si es tan fácil de copiar es que no es una buena idea. Es cómo pedirle a dos ingenieros que diseñene un puente…cada uno lo hará de una forma poniendo su personalidad y su alma en él.

Mi respuesta a la pregunta anteriormente formulada es siempre es la misma “Bueno, ¿porqué no?”.y no lo hago por seguirle la corriente a mi interlocutor, sino porque realmente lo pienso, casi cualquier idea con el adecuado modelo de negocio que lo soporte puede tener mucho sentido, y en el siguiente párrafo lo explico.

Con el tiempo, he sido testigo de diversos finales para muchas de éstas ideas que se me presentan. He observado como las llamadas “buenas” terminaban en fracaso, las “regulares” salían adelante y las “malas”, en ocasiones también triunfan. Es decir, no existe una causa efecto entre “tener una buena idea” y “forrarse”. Hay algo más detrás (el modelo de negocio que rodea a esa idea) y es ahí cuando la habilidad, la experiencia del empresario, la capacidad para gestionar las diferentes áreas en las que va a sustentarse dicha idea entra en juego y cobran vida.

Pongo un ejemplo claro, en esta España nuestra, existe un número desorbitado de viviendas vacías, y también existe un elevado número de personas que necesitan una casa. Si alguien me comenta que con esa premisa va a comenzar un negocio inomibiliario,y quiere que pongamos dinero en él, no hay que ser ninguna lumbrera para pararle los pies y pedirle por favor que desista en su empeño y no pierda su dinero y su tiempo.

Yo os aseguro que lo veremos, alguien propondrá un modelo de negocio capaz de poner en sintonía a compradores y vendedores, y salvar el gran escollo existente actualmente, la financiación. Podrá ser con una innovación en el área económica, en la cadena de valor…yo lo desocnozco, pero lo que está claro, es que será algo difícil de copiar.

Este post me va a llevar un poco de tiempo así que prometo una segunda parte, en el que veamos como puede ayudarnos una empresa consultora, y en ver claramente que herramientas podemos utilizar para gestionar nuestro modelo de negocio y darle vida a la idea “la bombilla apagada”.